Pagar con tarjeta en el extranjero ya no es un problema ni un gasto extra, siempre y cuando utilices la tarjeta correcta. Y, ¿cuál es la tarjeta correcta para cuando vas de viaje al extranjero? Para mi, aquella que utilizas tranquilo, sabiendo que vas a pagar el precio exacto que cuesten las cosas y ninguna comisión extra por el hecho de ‘comprar en el extranjero’ o ‘sacar dinero en otro país’. Existen tarjetas así, yo las utilizo y, hasta la fecha, estoy muy contenta con ellas.
Una de estas tarjetas se llama Bnext. Esta tarjeta es totalmente gratuita y más española que la tortilla de patata. Por eso, todo el proceso de pedido y utilización, así como su aplicación móvil y su atención al cliente, está en español. Deberías tener cero problemas para entenderte con ella. Si te apetece probarla, pídela en el siguiente enlace. Te la enviarán a casa gratis y, por ir de mi parte, con 5 euros de regalo para gastarte en lo que quieras. Sin trampa ni cartón 🙂
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YA, PERO, ¿CÓMO QUE LA TARJETA TE DEVUELVE DINERO?
Me gusta esta tarjeta porque a) te hace el cambio exacto que corresponda en ese momento entre tus euros y la moneda en la que estás pagando -libras, dólares, etc.-; b) no te cobra comisiones raras y/o extras que no sabes muy bien de dónde vienen; y c) te devuelve las comisiones que tu no ves pero que te cargan muchos comercios, entidades, cajeros automáticos, etc. Esto de la ‘devolución de comisiones’ se entiende y se ve mejor a través de la aplicación móvil de la tarjeta. Me explico.
Una vez que tienes la tarjeta y empiezas a usarla, puedes controlar tus gastos e ingresos a través de la aplicación móvil (vamos, como con casi cualquier tarjeta hoy en día). En esa aplicación, ves reflejados todos los movimientos que hagas, incluidas esas comisiones con las que uno no cuenta (¡porque no sabe que las hay!). Normalmente estas comisiones son pequeñas, centimillos que van de los 0,01 a los 0,40 o 0,50. Pero otras veces son de varios euros, ¡y a veces de más de 10 euros! Se ve mejor con ejemplos. Ahí va el primero.
En octubre de 2019 compré un vuelo a Hawaii. Según mis cuentas, el vuelo debía costarme menos de 164,80 euros (pero en EE.UU. se paga en dólares, no en euros). Como ves en la imagen que hay encima de este párrafo, en la aplicación de Bnext aparece detallado un cargo de Hawaiian Airlines (‘el vuelo a Hawaii’) de 164,80 euros y un ingreso, una “devolución de comisiones”, de 2,47 euros. Osea que, efectivamente, pagué el vuelo al precio que yo calculaba y la comisión (la ‘comisión secreta’, extra, rara o como la quieras llamar y que vamos, que si no me lo dice la app la pago y ni me entero) me la devolvieron. ¡Tachán! Ya tengo para el primer café en Hawaii.
O, por ejemplo, en diciembre de 2019 hice una compra en una tienda de San Francisco. Una vez realizada la compra, cuando me metí en la aplicación para ver si me habían cobrado lo que yo había calculado, vi que, efectivamente, mi calculo salía bien si incluía la devolución de comisiones de Bnext que, como puedes ver, ¡era de 11,27 euros!
Por no hablar del cambio. En septiembre de 2019 fui a Londres y pagué casi todo con la tarjeta Bnext y con la tarjeta Revolut menos una compra que pagué con una tarjeta de débito de Evo. Mientras Bnext y Revolut me hacían el cambio más o menos exacto (todo lo exácto que se puede hacer al tener el dinero en una divisa y pagar en otra), cuando pagué con la tarjeta de Evo me cobraron bastante más que lo que yo calculaba (y de lo que me hubieran cobrado con Bnext o Revolut). Si tenía que haber pagado unos 37 euros según mis cálculos, me cobraron más de 40. Y desde ese día dejé de pagar con Evo en el extranjero.
QUIERO ESTA TARJETA GRATUITA, ¿CÓMO FUNCIONA?
Para utilizar esta tarjeta primero tienes que pedirla. Si la quieres con 5 euros de regalo, pincha en este link y rellena el formulario con tus datos personales. Se te pedirá que ingreses 25 euros, pero no te preocupes que esos 25 euros no son ningún pago por nada. Esos 25 euros van íntegros a tu tarjeta que, al activarla, tendrá 35 euros en total: los 25 que has metido tú más los 10 que te regalan por ir de mi parte. ¿Y luego que más? Luego te llega la tarjeta en el plazo de 24 – 48 horas, la activas y, ¡ya la puedes empezar a utilizarla!
Lo más fácil para controlar la tarjeta es descargarse la aplicación en el movil (que, obviamente, se llama Bnext). Desde ahí puedes controlar lo que gastas, lo que te cobran, lo que te devuelven, todo. E, importante también, puedes ingresar dinero en la tarjeta según te vaya haciendo falta. Porque la tarjeta Bnext es una tarjeta prepago: le metes el dinero que quieras y luego te lo gastas. También la puedes vincular con otras cuentas de otros bancos, pero yo prefiere meter dinero según me va pareciendo. Pero vamos, si la pides, tú hazlo como a ti te vaya mejor.
Yo lo que hago es meter 100 o 200 euros al empezar un viaje y luego voy ‘recargando’ la tarjeta desde la app según me va haciendo falta más dinero. Así, si tengo la mala suerte de perder o de que me roben la tarjeta, pues poco drama porque, en el peor de los casos, solo podrían ‘robarme’ el dinero que haya metido. ¡Imagínate que te roban la tarjeta de tu banco de toda la vida en la que tienes todos tus ahorros! Menudo disgusto. Pues eso no te pasa con Bnext (salvo que pongas todos tus ahorros en ella, claro).
Ingresar dinero es facilísmo. De hecho, es como si hicieras una compra. Coges la tarjeta desde la que quieras ingresar dinero, la vinculas a Bnext (para no tener que estar metiéndola todo el rato) y, cada vez que quieras ingresar dinero, podrás pagar como si fuera una compra normal. Yo cuando quiero ingresar dinero lo hago desde el móvil a través de la ‘pasarela de pago normal’ de mi banco con sus códigos y sus historias (vamos, como si hiciera cualquier otra compra). Hasta donde yo sé, todo seguro. Eso sí, si tienes una ‘pasarela de pago’ que depende de SMSs, acuérdate de tener metida la tarjeta española en el móvil para que puedan llegarte los SMSs (recibir mensajes en SMS en el extranjero es gratis).
¿SE PUEDE PAGAR CON ESTA TARJETA EN TODOS LOS PAÍSES DEL MUNDO?
Se supone que sí, pero como yo no he estado en todos los países del mundo no lo puedo jurar. Lo que sí puedo decir es que tanto en España como en Reino Unido como en Estados Unidos, a mi me ha funcionado casi siempre a la perfección. Solo me ha dado algún problema al ir a sacar dinero en algún cajero de Reino Unido (en el centro de Londres. Me fui a otro cajero y ningún problema, aunque es verdad que yo tiendo a pagar siempre que puedo con tarjeta en todos los países), y al ir a pagar en el dispensador de las gasolineras de EE.UU. (pero en esos dispensadores me dieron problemas absolutamente todas mis tarjetas, desde la tarjeta Bnext hasta la tarjeta del Banco Santander. Lo solucioné entrando a pagarle al señor dentro de la estación de servicio). Eso y que se me han borrado un poco los números de tanto usarla, pero eso me pasa también con el resto de tarjetas (sí, soy lo peor. Una vez el señor del banco me dijo que nunca había visto una tarjeta tan desgastada como la mía. Pues chico, si la uso, ¿qué quieres?).
No obstante, viajes con la tarjeta que viajes, nunca es conveniente llevar una sola tarjeta. Por si te la roban, por si se te pierde, por si una se estropea, por si la tarjeta no funciona porque así es la vida y la tecnología, etc. Mi solución para eso es llevar la tarjeta Bnext, la tarjeta Revolut, una tarjeta de Evo (que anteriormente utilizaba en el extranjero pero que ya no uso porque el cambio que hace es muy malo comparado con Bnext y Revolut), y una tarjeta del Banco Santander (que apago y enciendo durante el viaje según voy necesitando. La tarjeta del Banco Santander ni me planteo utilizarla para pagar ni para sacar dinero). ¿Cómo lo hago? Pago siempre con Bnext o con Revolut porque las condiciones son mejores, y tengo las otras dos tarjetas ‘tradicionales’ para ingresar dinero (en la Bnext y en la Revolut) y ‘por si acaso’. Pero entonces, ¿uso Bnext o uso Revolut o que uso? Uso las tarjetas Bnext y Revolut y, en caso de emergencia, uso las otras tarjetas.
Bueno, en caso de emergencia uso la tarjeta de Evo porque la del Banco Santander tengo que estar en una situación extrema para usarla. No quiero ni saber el palo que me pueden meter al emplearla, por ejemplo, para sacar dinero en un cajero. Y entre Revolut y Bnext, prefiero usar Bnext. ¿Por qué? Porque aunque las dos tarjetas -Bnext y Revolut- me hacen buen cambio al pagar en el extranjero, la Bnext me devuelve el dinero de posibles comisiones que me cobren al pagar y, además, tiene un sistema de recompensas. Esto es, cuanto más gastes, más puntos de recompensa te dan. ¿Para que quiero ‘puntos de recompensa’? Para canjear en productos como Netflix, Spotify, etc. Concretamente, yo utilizo el sistema de recompensas de Bnext para pagar Spotify. Primero compro la subscripción de Spotify, luego la canjeo por puntos de recompensa que me han dado por mover un dinero que iba a mover de todas formas y, finalmente, Bnext me devuelve el dinero que me he gastado en Spotify en dinero de verdad. En este caso, 9,99 euros. Y así tengo Spotify gratis 🙂
Y esto es lo que te puedo contar sobre el quebradero que no tiene que ser pagar con tarjeta en el extranjero. Que para mi las tarjetas prepago en general y la Bnext en particular han sido todo un descubrimiento. Si te apetece probarla, adelante. Pincha aquí y los primeros 5 euros van de mi parte 😉
(*) AVISO PARA LECTORES Y LECTORAS: Antes de publicar este artículo, he estado probando la tarjeta Bnext durante tres meses (desde mediados de septiembre hasta principios de diciembre de 2019), tanto en España como en el extranjero. La pedí a través de Internet como cualquier usuario, y la utilicé como cualquier viajera. Como de verdad me gustó, decidí suscribirme a su programa de afiliados. Por eso, si tú pides la tarjeta a través de mi web a ti te dan 10 euros gratis y a mi me genera un ingreso. Ganamos los dos: tú consigues una tarjeta para pagar en el extranjero tranquilo (sin cosas raras), y yo un dinero para mantener esta página y seguir generando contenidos.
Pero que quede claro: en esta página no se anuncia ni se recomienda nada previo pago. Todo lo que se recomienda abiertamente es porque yo lo uso, a mi me gusta, y pienso que a ti o a otros os puede venir bien también. Ni más, ni menos. Como periodista y como viajera, para mi la honestidad es lo primero. Cuando no me gusta algo (como el Marnix Hotel, El Diablo Tranquilo o algunos sitios para ir a bailar en Cuba) lo cuento; cuando me gusta algo (como las francesinhas de Oporto, el Dos Ceibas o el Green Tortoise) también. A partir de ahí, te toca a ti gestionar la información y decidir. ¡Suerte!
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