No todo va a ser playa y más playa cuando uno visita la costa de Tarragona. La región puede presumir de tener un amplio abanico de actividades asequible a todos los gustos, edades y bolsillos. Motos de agua, cuevas urbanas, pinturas rupestres, clases de cocina, arte modernista, carreras de coches, bosques de tirolinas… Si estás pensando en hacer de esta zona tu próximo destino echa un ojo al siguiente listado aunque te aviso desde ya, te van a entrar unas ganas locas de ir para allá.
CONDUCE UNA MOTO DE AGUA
Para todo hay una primera vez en la vida, para pilotar una moto de agua también. Siempre con cuidado coge velocidad y hazte con la pole en las aguas de Cambrils. La empresa náutica Jetski Tours pone el equipo y el monitor desde 90 euros (esto es, una moto de agua para dos personas durante media hora). ¿Qué tú ya tienes experiencia con motos de agua y buscas algo diferente? No te pierdas las excursiones organizadas hasta el Delta del Ebro que incluyen comida y baño (a parte de todo el equipo y los guías, claro está) que realizan por 400 euros.
VE A UN ENTRENO DE CASTELLS
Una experiencia inolvidable y gratuita te aguarda si decides acudir a un entreno de castells, muy especialmente si sólo has visto hacer estas construcciones humanas en televisión. Los dos equipos más importantes de Tarragona son Los Xiquets y Colla Jove, ambos con sede en el centro de la ciudad. Maravíllate con la agilidad de los y las anxanetas (los peques que trepan hasta lo alto de las torres), siempre en silencio y con respeto. Si además quieres formar parte de la piña (la base de hombres y mujeres que sujetan el pilar) y cenar con alguno de sus miembros consulta el programa de Tarragona, ciudad de castillos, un evento que en 2013 tiene lugar a finales de junio.
HAZ ESPELO BAJO LA CIUDAD
¿Alguna vez has soñado que estabas en un parking en el centro de una ciudad vestido con un neopreno a punto de iniciar una ruta de espeleología? En el 32 de la calle Gasómetro de Tarragona puedes hacer este sueño realidad. Increíble pensar que debajo del asfalto se esconden varios lagos subterráneos a los que accederás pasando por encima de los restos del antiguo acueducto romano. Una aventura única al alcance de cualquiera con 60 euros en el bolsillo, no apta para personas con claustrofobia. Si no tienes tanto dinero ni entusiasmo por bajar al centro de la tierra siempre puedes subir al campanario de la Catedral para contemplar la urbe desde su punto más alto (70 metros).
ENCUENTRA LA PRIMERA OBRA MODERNISTA DE REUS
El arquitecto Lluís Doménech i Montaner fue el encargado de construir el primer edificio modernista de Reus, el Instituto Pere Mata, que hoy como entonces sirve de hospital de salud mental. Su Pabellón de los Distinguidos, conservado en muy buenas condiciones, es una joya de art nouveau que puede visitarse en horario de mañana y tarde entre el 15 de junio y el 15 de septiembre por cinco euros (pregunta en la oficina de turismo). Merece la pena curiosear su hall de entrada, su cocinita, su sala de billar y sus habitaciones. En un día de sol la luz entra suave y cálida a través de sus ventanas. Si te gusta la arquitectura moderna probablemente te guste este lugar. A mi personalmente me encantó, no sólo por la belleza de sus detalles sino porque, además, no está abarrotado de turistas.
CÓMETE UN ARRÒS DE MINYONES
El mejor arròs de minyones (o por lo menos el mejor que yo probé) lo encontrarás en Calafell, concretamente en Antiga, una preciosa casa ahora convertida en restaurante y hotel. Ya comas en su curioso comedor (¡le sale una parra centenaria por la pared!) o en su fresco jardín con huerto urbano, no lo dudes y encárgate este arroz (se recomienda reservar para que el cocinero tenga el guiso preparado). Te dejará un muy buen sabor de boca. Palabra. Puedes bajarlo después dando un paseo hasta el Castell de la Santa Creu al que se asciende por una bonita y pindia calle empedrada.
ZAMBULLETE EN AQUUM
Si lo que buscas es calma y sosiego sin mancharte de arena prueba a visitar Aquum, un complejo que bien podría ser la madre de todos los spas. Un impresionante recinto de piscinas y saunas con varias salas de masaje, pistas de squash, gimnasio y peluquería (y una guardería para dejar a los peques a buen recaudo mientras uno se relaja). Y un jacuzzi al aire libre de esos que tanto me gustan a mi. Desde 22 euros podrás darte un chapuzón en este remanso de paz situado frente a la Playa de La Pineda que está abierto los 365 día del año (si, si, también en Navidad y Año Nuevo).
VISITA LA CASA DE PAU CASALS
La antigua casa de Pau Casals es ahora un centro cultural dedicado a la vida y la obra de este famoso violonchelista, un músico con un marcado carácter humanista cuyo compromiso e ideales le llevaron al exilio tras la guerra civil española desde donde lucho activamente por la defensa de la democracia y la mejora de las condiciones de vida del resto de exiliados. Cartas, imágenes, canciones y hasta el primer instrumento del artista es lo que podrás encontrar en esta coqueta villa situada en pleno paseo marítimo de El Vendrell.
COCINA COMO UN CATALÁN
Aunque la Deviteca de L’Hospitalet de l’Infant es ante todo una tienda de productos tradicionales de cuando en cuando también organiza cursos de cocina. Si las fechas te coinciden y te gusta andar entre fogones déjate enseñar por Francesc, el chef que regenta el lugar. Con mucha paciencia y más simpatía este catalán te confesará mil y un secretos para que, en la próxima cena que organices, dejes boquiabierto al personal. A mi me enseñó a prepara un atún con cerezas rico, rico y con fundamento. Seguro que Arguiñano hubiera estado orgulloso de mi.
CONTEMPLA UN ABRIGO DE PINTURAS RUPESTRES
Montblanc (donde no está ‘el Montblanc’, no te me hagas ideas raras) es famoso por sus enormes murallas medievales. Pero mucho más que historias de caballeros encontrarás en esta localidad situada a 35 kilómetros de Tarragona. Entre ellas varios abrigos que guardan pinturas rupestres con más de 8.000 años de antigüedad. Visita el Centro de Interpretación, regentado por la amabilísima Teresa y ubicado en la antigua cárcel del pueblo, y sube después a las montañas de Prades para contemplar in situ esta muestra de arte prehistórico que previamente te habrán explicado en el museo. Podrás hacerlo a pie, dando un paseo de unas tres horas, o en todo terreno. Tú eliges.
SURCA EL AIRE EN TIROLINA
¿De vacaciones con la familia y un par de peques que cansar para que duerman bien? No te pierdas el Bosc Aventura, un recinto en pleno corazón de Salou con un montón de actividades que hacer colgado. Varias son las zonas de tirolina y van desde el metro hasta los siete metros (todo muy seguro pues siempre se va con arnés). Además cuenta con un pequeño rocódromo y dos pistas de paintball donde dejar magullados a tus contrincantes. Ojito con las bolas de pintura, ¡dejan moratones dignos de balas de cañón! Si sales vivo de ésta (que seguro que sí) celébralo tomando una caña, o mejor, un vermú, en el Boulevard Portofino, justo en frente, una terracita muy larga que parecen muchos bares pero en realidad sólo es uno.
LUCHA POR LA POLE
Los amantes de la Fórmula 1 y la conducción podrán competir en el Karting Salou. Demuestra quién es el más rápido de tus colegas o, simplemente, diviértete dando unas vueltas a un circuito donde, si te apetece, podrás ir en un kart biplaza. Desde 20 euros (8 minutos) podrás correr en la pista de adultos, desde 14 en la de peques. Estas instalaciones ponen transporte desde la mayoría de los hoteles de la localidad así que pregunta en el tuyo, lo mismo tienes quien te lleve y te traiga sin necesidad de usar tu coche.
ACÉRCATE A LA OBRA DE GAUDÍ
Aunque el arquitecto Antonio Gaudí es natural de Reus ni un edificio de esta animada ciudad fue diseñado por él. Una pena para sus paisanos que, no obstante, han querido abrir el Gaudí Experience, un centro de interpretación de su obra ubicado en la céntrica Plaça Mercadal. Si te gusta el arte modernista y quieres acercarte a la vida de este genio catalán no dudes en visitarlo (entrada 9 euros). Este museo interactivo contiene entre otras cosas una maqueta original empleada en la construcción de la Sagrada Familia (un muy raro ejemplar que sobrevivió al incendio del 36) así como una línea temporal que explica al detalle la evolución de un templo que, cuando esté terminado, alcanzará la altura de 170 metros (¡32 más que San Pedro de El Vaticano!).
Pues si que hay una buena oferta por la zona, cuando estuve en el TBM me vine a sabiendas que tocará volver, porque fue un visto y no visto la visita 🙂
Tomo nota de algunas de las actividades que comentas.
Saludos!
Y esto es sólo un ejemplo de nada José. Hay miles de cosas para hacer. En vez de una semana en Costa Daurada, se necesitarían por lo menos 10. Ja ja ja. Si vuelves por ahí ya nos contarás.
Un abrazo,
Cristina.
Pensamos igual: son doce cosas, pero hay doce mil más XD En el TBM probamos algunas de ellas (golf, surf, gastronomía…) y nos quedamos con ganas de volver 🙂