Seis museos que visitar en Londres

La mejor forma de conocer una ciudad es paseándola, por eso, en mi opinión, antes que hartarse de visitar museos, lo mejor es callejear con o sin dirección. No obstante, no se puede obviar la oferta museística londinense, que es lo que viene siendo inmensa y mucha gratuíta (salvo, por lo general, algunas exposiciones temporales o instalaciones concretas).

Pero sin duda es el British Museum (T: Russel Square o Tottenham Court Road. Piccadilly Line; o Central o Northerm Line) uno de los más emblemáticos de la ciudad aunque al visitarlo uno se arriesga a salir de allí totalmente indignado (¿cómo se pueden robar tantas cosas en tan poco tiempo? Es una humilde opinión). El edificio en sí mismo impone y su biblioteca es sencillamente preciosa. Sus colecciones interminables.

Dudo que nadie pueda ver todo correctamente en un dia de modo que, lo más recomendable, es decidir qué partes se quieren ver y dedicarse a ellas con detenimiento y calma (aunque las zonas egipcia y griega no hay que perdérselas bajo ningún concepto). Los comentarios de los paisanos españoles explicando a sus niños lo que ven – pensando que nadie les entiende – no tienen desperdicio.

En lo que a arte respecta, la National Gallery (T: Charing Cross. Bakerloo o Northerm Line), presidiendo la siempre llena de palomas Tragalfar Square (¿imagináis esta plaza ‘okupada’ por tiendas de campaña? ¿y a cientos de españoles bañándose en sus fuentes celebrando la conquista del Mundial de Sudáfrica?), es la pinacoteca clásica de referencia. Relativamente pequeña, puede verse en una tarde y, entre sus obras, se encuentra uno de los ejemplares de La Virgen de las rocas pintados por el genio italiano Leonardo DaVinci.

Para los amantes del arte contemporáneo la visita pasa por el Tate Modern (T: Sotuhwark. Bakerloo Line) ubicado dentro de una antigua central eléctrica donde ahora el decorado son cuadros de Miró y Picasso, entre otros, amen de un montón de ‘cosas extrañas’.

Al Science Museum (T: South Kensington. Piccadilly, Circle or District Line) se le puede echar un ojo si uno está interesado en el tema o si le gusta el mundo de la industria. Junto a él se ubica el Natural History Museum (T: South Kensington. Piccadully, Circle or District Line), mucho más entretenido e interactivo (¡hay hasta un simulador de terremotos! – un poco cutre, pero tiene su gracia -, y una roca lunar) ubicado dentro de un edificio que merece la pena visitar en sí mismo. Ideal para ir con  niños.

Los almacenes Harrods, muy cerquita de estos museos, bien podrían ser entendidos como un museo a las comprar. Están repletos de lujos. Allí hasta ir al baño es una experiencia nueva. Es fácil volver a la infancia en su juguetería o fantasear en la sección de zapatos con ser dueño de unos Chanel.

Habrá que apoquinar si a uno se le antoja contemplar la ciudad desde 135 metros de altura subido en una de las cabinas de la gigantesca noria conocida como London Eye. Buena idea si sale el día despejado, de lo contrario tengo mis dudas.

El London Acuarium (T: Westminster. Distric, Circle o Jubilee Line), frente a Houses of Parliament, cuenta con exposiciones que suelen ser de mucha calidad. Eso si, de pago (y de muy buen pago). En una de mis visitas la muestra era de Star Wars y pudimos ser ‘padawans’ por un día, ¡hasta peleamos con espadas láser vestidos de yedais! Nos costó comer tres días de Kentaky pero mereció la pena.

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE LONDRES

#POSTAMIGO

Museos gratis de Londres, por Paz Cuturi

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