El Cáliz, una vía ferrata ideal para principiantes

Atención amantes del deporte, la naturaleza y las alturas. Acabo de descubrir una actividad que conjuga estos tres factores y a penas cuesta unos euros: las vías ferratas. Una suerte de escalada de iniciación o paseo para hábiles en la que uno se encarama a una pared que asciende por unos peldaños metálicos fijados a la roca ataviado con un arnés y unos mosquetones que, cada tres metros, engancha a un cable de acero (su línea de vida) para garantizar su seguridad. Una experiencia vertical que te dejará muy buen sabor de boca y ganas de repetir.

La vía de El Cáliz, ubicada en la localidad cántabra de Ramales de la Victoria, en la comarca Asón-Agüera, es perfecta para probar por primera vez eso de las ferratas. Es una ruta sencilla, no muy alta y me atrevería a decir que asequible a todos los públicos, exceptuando, claro está, personas con vértigo. La vista durante el ascenso en un día de sol es magnífica: a tu espalda quedará el Pico San Vicente (957 metros), las laderas verdes de peñas como la Busta (llamada Lobera en Bizkaia), y el barranco excavado por el río Calera.

Técnicamente esta ferrata no es complicada, de hecho es mucho más fácil que su vecina de Matienzo, de ahí que sea apropiada para la iniciación de grandes y pequeños. La subida tiene unos 80 metros y un desnivel de 120, aunque la sensación de verticalidad es mayor debido a la caída del valle excavado por el Calera. Culmina en un camino carlista que atraviesa un encinar cantábrico en el que se cuelan algunas zarzaparrillas y madroños (esos de la corteza escamosa). El recorrido total es de unos 300 metros y puede hacerse en dos horas con total tranquilidad. De hecho, la principal pega es que, si te gusta la experiencia, te parecerá muy corta.

No obstante, El Cáliz cuenta con dos itinerarios que arrancan en el mismo punto. El fácil (por la parte derecha) y el difícil (por la izquierda). Un puente tibetano de tres cables conectan ambos. Un paso que no es necesario cruzar si a uno le da demasiado respeto aunque yo, personalmente, os animo a hacerlo. ¡La sensación es genial!

¿Más cosas buenas? Que aquí la escalada es gratuita. El acceso a la ferrata no requiere ningún pago y cualquiera con el equipo y los conocimientos adecuados puede utilizarla. Para el ascenso hará falta casco, arnés y disipador, tres elementos que pueden alquilarse en la Oficina de Turismo de Ramales al precio de 3 euros la pieza. Esto es, por 9 euros todo el mundo podrá disfrutar del kit completo durante todo un día y subir la ferrata cuantas veces quiera.

El equipo de préstamo está integrado por un arnés, dos cabos con mosquetones tipo K, un mosquetón central de acero para asegurar posibles paradas, disipador de energía y casco. Es recomendable llevar ropa cómoda, botas de montaña (no se necesitan pies de gato) y guantes de escalada (tipo mitones, sin deditos), así como echarse protector solar para evitar quemaduras.

Si se da el caso de que esta es tu primera ferrata es altamente recomendable contratar los servicios de un guía. El guía encarece la aventura a razón de 25 euros por persona (precio que incluye equipo) pero da seguridad y, además, enseña cómo hacer bien una ferrata, algo que te servirá para poder afrontar otras vías por tu cuenta en el futuro. Yo tuve el placer de compartir mi bautismo de ferratas con Martín y, si todos los guías son como él, te aseguro que esos 25 euros serán una de las mejores inversiones de tu vida.

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5 comentarios en “El Cáliz, una vía ferrata ideal para principiantes

  1. Me ha encantado vuestro post y me ha sabido a poco pero ya sabeis lo que dice el dicho “si lo bueno es breve es dos veces bueno”. Me gustara volver a leeros de nuevo.
    Saludos

  2. Anda qué guay!! creo q esto también entra en mis planes veraniegos 🙂 no he hecho nunca ninguna así q probablemente contrate un Martín jejeje.
    Voy a tener que estudiarme a fondo tu blog para mis vacaciones.
    Un besito!!!

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