Álvaro (13): “Bangkok es una de las ciudades que más me ha gustado del mundo”

Álvaro Ávalos Balagueró es el viajero más precoz que conozco. Tomó su primer vuelo con menos de dos meses, y cumplió el año estando en el extranjero. Un lustro después llegó a Asia. ¿Quieres ver las ciudades de Tailandia, las costas del Andamán y las islas del golfo por los ojos de un niño? Pues ponte cómodo que te lo enseña este canario que a sus 13 años ha visto más mundo del que muchos verán en su vida.

Aunque solo tenía 6 años cuando pasó por el llamado país de las sonrisas, a Álvaro le encantó. Para él Bangkok, Chiang Rai y las costas del mar de Andamán son tres hitos que deben estar en todo itinerario. “Bangkok [me gustó] porque a parte de ser la capital del país es una de las ciudades que mas me ha gustado del mundo. La región de Chang Rai por las diferentes etnias que habitan allí y la infinidad de cosas para hacer. La costa del mar de Andamán por la belleza de las islas y por las numerosas playas de agua caliente y arena blanca”, explica este joven afincado en Tenerife al que en general Tailandia le “pareció un país bastante tranquilo y con gente muy amable”.

Antes de meternos más en materia es importante explicar que, obviamente, Álvaro no viaja solo. De momento lo hace con sus padres, Montse y Octavio, que hasta la fecha han resultado ser unos excelentes compañeros de ruta. Entre los tres planean, entre los tres disfrutan y entre los tres lo cuentan en Un Mundo para Tres y sus respectivos tentáculos en Facebook, Twitter e Instagram. ¿Objetivo? Animar y ayudar a otras familias a viajar.

Asimismo, cabe mencionar que el joven aventurero es intolerante al gluten, un pequeño detalle que no ha permitido que le impida visitar otros países. Con la gastronomía tailandesa concretamente tuvo cero problemas. “La comida nunca me hizo daño en el estomago aunque comiese en puestos callejeros. Estaba bastante buena, pero me decantaba por lo que mas me gustaba y a lo que estaba mas acostumbrado a comer, como pollo o pescado a la brasa. Al ser un niño, pedimos la comida sin picante”.

De la capital a Álvaro le encantó el ambiente, los tuk tuk y la ciudad en general: “Todo me pareció impresionante, no podría decir nada que no me gustase”. Solo en momentos puntuales de mucho tráfico le resultó un poco agobio. A él le pareció fácil moverse por Bangkok “por la cantidad de medios de transporte” con los que cuenta. Su recomendación para dormir, comer o salir de fiesta es “Khao San Road y sus calles contiguas, todo en uno”. ¿Qué nota le pone a esta urbe sobre 10? 8,5, casi sobresaliente.

DE BANGKOK A CHIANG MAI Y AL SUR

Lo que más le gustó a Álvaro de Chiang Mai fueron el mercado nocturno “por el ambiente que se creaba en torno al el” y los templos, aunque son tantos los santuarios que hay que ver en la segunda ciudad más grande de Tailandia que acabaron cansándole. “Tras ver algunos [templos] me aburría y eso no me gusto mucho”, confiesa. En esta zona también tuvo tiempo para la aventura: “Hicimos un trekking de 5 km que nos llevo a un poblado Jmer. También fuimos en elefante por la jungla e hicimos rafting por un río”.

Su viaje al sur comenzó por la costa del Andamán. “Me gustaron mucho las playas que se encontraban cerca de Krabi y el mercado nocturno donde había puestos de comida callejera. Lo que es el pueblo de Krabi no me gusto mucho, pero los pueblos que estaban cerca si que me gustaron un poco mas”. Si tuviera que puntuarlo sobre 10, Álvaro le daba a este lugar y a sus alrededores un 7.

En la evaluación de este canario, Koh Lanta saca notable también pero con un punto más, 8 en vez de 7: “Me gustarón las aldeas que vas encontrando en las diversas playas por las que vas avanzando y los atardeceres que en verano son muy bonitos y coloridos. Lo que quizás no me gustase tanto serian las playas ya que la mayoría eran de piedras”.

Al otro lado, Álvaro y su familia visitaron Koh Samui, Koh Phangan y Koh Tao, las tres islas principales del golfo de Tailandia. No todas le causaron la misma impresión: “De Koh Samui no me gusto el ambiente porque era muy turístico, los pueblos eran preparados para el turismo. Me gustaron las playas simplemente”. Este lugar pasa el examen por los pelos con un triste 5,5.

DE LUJO EN KOH PHANGAN Y KOH TAO

Koh Phangan y Koh Tao fueron otra historia. Ambas se han ganado el notable alto de Álvaro. De Koh Phangan el joven se queda con sus playas y su Full Moon Party, aunque esta última solo de oídas: “Las playas son muy bonitas, algunas tenían columpios en los cocoteros. Mis padres dicen que estuve en la Fiesta de la Luna Llena un par de horas, pero no lo recuerdo” .

En Koh Tao, el joven quedó prendado de su fauna marina y de lo fácil que es toparse con ella. “Me gustaron las playas y la facilidad para hacer esnórquel. Veía mucha vida animal y muy cerquita de la costa. Pero claro la visité en 2007, no sé como será ahora”. Para él, de esta pequeña isla lo peor fueron los caminos de tierra: “Había momentos que mis padres me hacían caminar mucho por ellos”.

Con todo y a pesar de que Bangkok le encantó como pocas ciudades en el mundo (¡y este chico ha visto mucho mundo!), si tuviera que elegir rincón favorito de Tailandia Álvaro elegía alguna de sus islas “debido a la naturaleza y las playas”. No tiene gusto ni nada el adolescente que quizá más ha viajado de España. Chico listo él.

Esta entrevista es la segunda de la serie 12 viajer@s, 12 opiniones de Tailandia

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