En el ‘gaztetxe’ de Berlín aprendí

En el gaztetxe de Berlín aprendí que uno no puede ir a saludar a un colega que trabaja en un bar heavy, tomar una y volverse tranquilamente al hostel.

Que las rubias en Kreuzberg vienen de medio en medio litro y por dos euros.

Clash. Kreuzberg (Berlín). Foto Ainara García

Que Su Ta Gar y Soziedad Alkoholika suenan mejor en Alemania, aunque no entienda ni una palabra de lo que dicen.

Que la ikurriña es una bandera que te cruzas en cualquier parte del mundo, casi siempre cuando menos te lo esperas.

Que aunque es una apuesta arriesgada, en la misma noche se pueden tomar chupitos con tabasco, hierbas y fuego y vivir para contarlo.

Que los alemanes quieren que les enseñes el camino a tu corazón, literalmente. Que lo sueltan así sin más y se quedan tan anchos.

Clash. Kreuzberg (Berlín). Foto Ainara García

Que las botellitas de Kuemmerling saben a Jägermeister, tienen la misma graduación que el Jägermeister y hacen el mismo efecto que el Jägermeister, pero no contienen Jägermeister.

Que en el Paseo de la Fama está Pink y nadie más.

Que puedes comer torten mit kasselet und chili sin mover el culo de la barra.

 Que Lady Di tiene bigote.

Clash. Kreuzberg (Berlín). Foto Ainara García

Que en el país de la Merkel también juegan al burro. Ya sabéis, esa historia de cartas en la que al final uno acaba machacándose las manos.

Que en Europa existen garitos rebeldes en los que aún se puede fumar.

Que los pinballs no están muertos.

Que hay bares bien chulos en Berlín y luego está el Clash.

Clash. Kreuzberg (Berlín). Foto Ainara García

Fotos Ainara García, texto Cristina E. Lozano

Esta historia nace de la colaboración entre la fotógrafa Ainara García y la periodista Cristina E. Lozano. Fotos y texto fueron realizados en el mismo Clash –Gneisenaustr. 2a, Metro Mehringdamm– a eso de las tres (o las cuatro) de la madrugada.

10 comentarios en “En el ‘gaztetxe’ de Berlín aprendí

    1. ¡Gracias María! La verdad es que no es esto lo que yo tenía en mente cuando hablé con Ainara de colaborar pero la historia ‘surgió’ y así es como ha quedado. La verdad es que cualquier letra que vaya junto a sus fotos es toda una privilegiada. A mi la experiencia me ha encantado. A ver si la engaño y repetimos 😉

      1. Pues me puedes volver a engañar cuando quieras!!! Entre el holandés italiano, el bizco, y los pepinos deformes, ¡formamos un gran equipo! 😛

        Me ha encantado este viaje!

        Un besazo guapa!

  1. Aupa! Berlingo gaztetxea non dago kokatuta?? ez da izango ba Clash taberna ezta?! Interneten edo egon naiz bilatzen baina ez dut inondik topatu helbiderik; ordun zuek egondako lekua gaztetxea zen ?? Aldez aurretik eskerrak!

    1. Hola Nerea, gracias por tu comentario aunque no lo entiendo muy bien porque de esukera tengo unas nociones muy básicas (osea, ‘agur’, la canción de Sarri, sarri y poco más). Creo entender del traductor de Google que es un horror que estás buscando la dirección del sitio. Al final del artículo tienes un enlace a la web del bar, ahí tienes la dirección y todos los datos de contacto. No obstante, las señas son Im Mehringhof, Gneisenaustraße 2a (está como dentro de un patio). ¡Pero mira en la web que tienes un mapa y todo! Suerte y pásalo bien, si vas por allí dale un beso a Iván de mi parte 😉

    2. Aupa Nerea!

      Jajaja, ez, ezta gaztetxie, Clash izeneko taberna heavy bat da bañe gaztetxe itxurie dauke! Hortik dator artikuluen izenburue… Cristinak esateizun bezela artikulu bukaeran dakezu helbidie. Berlinea jute bazea gomendatzeizut handik pasatzie, jabie alemaniarra da bañe Euskal Herriye asko gustatze zako ta horreatik daude ikurriñe ta beste hainbat hemengo ikur 😉 Musika talde euskaldun dexente juteie harutz kontzertuek ematea gaña.

      Ondo pasa!

  2. Pingback: Fotos de Berlin desde los ojos de Instagram

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