Cómo adaptar un ‘enchufe de tres patas’ a una toma europea

Llega un momento en la vida de todo viajero (sobre todo si es un poco despistao) en que acaba en un país en el que los enchufes no son como esperaba. No, no es broma, y no, no tienes que irte al fin del mundo para verte en esta situación. De hecho, basta con viajar a Reino Unido o Malta para encontrarte una incómoda sorpresa: enchufes de tres patas.

Enchufes ingleses

Que no cunda el pánico. Por muy poco dinero podrás hacerte con un adaptador como el de la foto para estos simpáticos enchufes. Estés en España o en el extranjero, no debería costarte más de cinco euros (bastate menos si lo adquieres en una ferretería). Enchufas un ladrón con varios huecos y ale, ¡a vivir!

Pero puede darse el caso de que andes por ahí, necesites enchufar una batería de cámara o un teléfono móvil con urgencia y, ¡horror! No tienes el dichoso adaptador que, por lo general, no es precisamente de bolsillo. No pasa nada. Consigue un palo y tienes el problema casi solucionado.

Enchufes malteses

¿Cómo lo haces? Pues bien, basta que cojas tu palo (un boli vale pero mejor que no sea metálico para no acabar chamuscao) y lo introduces en la patita impar al tiempo que metes tu enchufe de dos piernas (los enchufes de tres patas son asimétricos, tienen un agujero arriba y dos abajo o al revés). Et voilà! Enchufado estás. ¿Cómo? ¿Qué no hay corriente? Entonces activa el interruptor que probablemente haya a un ladito de la toma. Ahora si, enchufado estás.

Mucho ojo a la hora de meter el palo, no hace falta que llegues hasta el esternón de la corriente. Con que lo introduzcas un poquito para permitir la apertura de los otros dos orificios es suficiente (lo verás claramente una vez puesto en faena). De hecho, no quiero ni pensar qué pasaría si te pasas con la profundidad. ¿Calambre? ¿Descarga? ¿Electrocución?  Llamadme cobarde pero prefiero no tener que contrastar esa información.

¡ÚLTIMA HORA! Me llegan datos consistentes de que el tercer agujero no lleva a la corriente, que su función es abrir los otros dos. Por tanto, no importa cuán lejos se meta el palo, no hay riesgo de acabar frito. No obstante, yo no he hecho la prueba -ni la pienso hacer- y no te recomiendo hacerla a ti. Así de desconfiada soy.

Para curarte en salud, lo mejor que puedes hacer antes de viajar a un país es enterarte de qué tomas de corriente utiliza. Ya te digo, en Reino Unido, Malta, y México (aquí los enchufes son de dos patitas planas, el sistema palo no te salvará, necesitas conector si o si) seguro necesitarás adaptador. Si no te has hecho con él antes de partir, en el caso de encontrar un enchufe de tres patitas ya sabes cómo proceder. No obstante, procura utilizar esta técnica solo en momentos de necesidad y, en cuanto veas la oportunidad, hazte con un adaptador seguro no vaya a ser que al final lo casero te salga muy caro.

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4 comentarios en “Cómo adaptar un ‘enchufe de tres patas’ a una toma europea

  1. No hay que preocuparse mucho, el tercer hoyito asimétrico o al medio es solo para desviar una sobrecarga y por ello no tiene electricidad. Es un “desagüe” por así llamarlo, sin agua. Aunque nunca esta demás el ser precavido, como mirar para los dos lados en una calle de un solo sentido.

  2. La tercera patita en cuestión es la toma de Tierra, la que se encarga de descargar la corriente “extra” normalmente debido a que el aparato conectado tenga alguna pequeña pérdida o bien que almacene corriente estática (y así no nos de la corriente si lo tocamos). En los conectores europeos esta tercera patita es la que hay en los bordes de los conectores más anchos, en los estrechos no existe.

    un saludo!

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