Cinco planes activos para descubrir la isla de Mallorca

¿Aún estás pensando qué hacer con tus vacaciones de verano? ¡Genial! Eso significa que estás a tiempo de reservar plaza en un barco o de pillar un vuelo que te lleve directo a Mallorca. La isla de la calma tiene mucho más que ofrecer que sol, arena y fiesta. Submarinismo, trekking, cuevas y sí, calas preciosas. Date el capricho de pasar allí una semana y, ¡descúbrela!

Nada más llegar aprovecha para darte un baño en el Mediterráneo. En la rocosa Cala Blava, al sur de la ciudad, encontrarás tranquilidad, aguas limpísimas y muy pocos turistas. Con un poco de cuidado para no cortarte con las rocas podrás disfrutar de un chapuzón mientras contemplas la Bahía de Palma en todo su esplendor.

Si te gusta andar tira para el noroeste y hazte un trekking, ya sea por la Sierra de Tramontana o por algún sendero costero. Encontrarás rutas chulas y asequibles cerca de Valldemossa como, por ejemplo, la que une Deià con Sollér (no te pierdas Sa Foradada), o el Camí des Correu que comunica Esporles con Banyalbufar.

En el caso de que no tengas ganas de caminar puedes echarte a la carretera y cruzar la isla de sur a norte. Si dispones de coche o moto aprovecha para visitar pueblos como Inca, Pollença o Alcudia, este último con una bahía más grande que la de la capital. Disfruta del paisaje sin prisa y siéntate a comer en algún lugar donde la vista merezca la pena. No te será difícil encontrar uno.

BAJO TIERRA Y BAJO EL MAR

Otra idea es que pongas rumbo este, hacia el coqueto pueblo de Porto Cristo, donde se encuentran las preciosas Cuevas del Drach, cavidades que podrás explorar siempre y cuando tengas 14 euros en el bolsillo. Para llegar seguramente atravieses Manacor, famoso por ser la tierra que vió nacer al tenista Rafa Nadal. Para volver te recomiendo bordear la costa este y dejarte caer por alguna playita cuyo nombre te llame la atención. A mi me encantó Cala Mendia, aunque tiene demasiadas sombrillas para mi gusto; a mi acompañante Calo des Moro, en el municipio de Santanyí.

No obstante, en el Mediterraneo puedes hacer mucho más que bañarte y contemplar atardeceres cayendo sobre el mar. ¿Has pensado en hacer submarinismo en este mar de aguas cristalinas y temperaturas agradables? Las reservas marinas de Cabrera y Dragonera, por dar un par de nombres, presumen de fondos marinos llenos de vida. Si no tienes equipo o pasas de cargar con él hasta allí podrás alquilarlo en una de las infinitas compañías que encontraras por la zona. Si nunca te has atrevido a meterte bajo del mar se te presenta aquí una gran oportunidad. Contrata un bautismo de buceo acompañado de un guía y, ¡a nadar!

RECOMENDACIÓN: En cuanto pongas un pie en tierra alquila un coche, una moto si andas corto de fondos o si, como yo en su momento, no tienes edad para alquilar un auto. Te dará libertad para perderte sin prisa por la isla. No obstante desconozco cómo funciona el transporte público de Mallorca. Quizá vaya fenomenal y no tengas necesidad de vehículo propio.

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