Las mil vírgenes de St Julian, Sliema y Valletta

Dicen de Malta que es uno de los países más católicos del mundo. Su espíritu religioso queda patente en ese tener una iglesia para cada día del año; en haber sido el último país de la Unión Europea en legalizar el divorcio (2011); y en la prohibición de hacer topless en buena parte de sus playas (aunque quizá esto no sea un tema estrictamente religioso). Pero hay una cosa tan minúscula como masiva que deja patente en las calles este sentir cristiano de la población, ya sea por creencia o tradición: las vírgenes.

Según una estadística que me acabo de inventar, uno de cada tres portales del país cuenta con una madonna en la puerta. Donde hay dintel, hay virgen casi seguro. Y no, no es que nunca hubiera visto este tipo de manifestación religioso-tradicional en la fachada de una casa (no es cosa rara en España), pero si que me resulta significativo que haya tantísimas. Que estén por todas partes. Que casi parezcan una plaga. Nunca había visto cosa igual ni en Santander, ni en Bilbao, ni en Madrid ni en ninguna otra parte del mundo.

Si paseas por cualquier calle de St Julian, Sliema o Valletta cuando menos te lo esperes, ¡zas! Ahí verás una virgen, o dos, o tres o un ejército de ellas, cada una custodiando el número, el interfono o el buzón de su portal. No te parezca extraño que en una misma avenida encuentres una docena de ellas.

MIL FORMAS PARA MARÍA

En Malta hay Marías para todos los gustos. Encontrarás desde la virgen niña modelo mi primera comunión rezando con las manitas entrelazadas sobre el pecho, hasta la virgen madre con niño en brazos que muestra diferentes grados de cariño (unas parecen muy serias, otras muy amorosas). Las hay inmaculadas, alegres, dolorosas, pigmentadas, sin color, con corona, con aureola, etc. En ocasiones su silueta viene pegada a la pared directamente, otras aparece envuelta en algún tipo de marco circular, ovalado, triangular o rectangular.

Algunas veces, las menos, pueden verse escenas bíblicas en las que la virgen es el personaje principal (del tipo La Anunciación) y otras, también escasas, además del niño la acompaña San José para componen una perfecta familia nuclear. A mi juicio, es llamativo que en casi todo este tipo de representaciones artísticas la virgen sea siempre protagonista y que aunque tenga al niño dios en brazos este quede en un segundo plano.

Casi todas las Marías de las fachadas de Malta son diferentes. De hecho, ningún modelo vi que se repitiera salvo uno de virgen con niño y corona que solo encontré en Valletta y llevaba inscrito a modo de leyenda un our lady of the grotto que, si no me equivoco, quiere decir nuestra señora de la cueva.

No sé si malteses y maltesas cuelgan vírgenes en las puertas porque son muy debotos, porque les da la gana o porque llevan ahí tanto tiempo que ya nadie las puede quitar, pero este fenónemo mariano me pareció algo pintoresco. Y confieso, como puedes ver a continuación, que le cogí el vicio a eso de  ir cazando vírgenes por la ciudad. Fotográficamente hablando, claro está. 

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2 comentarios en “Las mil vírgenes de St Julian, Sliema y Valletta

  1. Es curioso que con tanta virgen como hay por allí, el sexo sea uno de los principales reclamos de las isla para la gente joven que van a Paceville a hacer de todo menos turismo…
    Pero si, lo de las vírgenes es muy curioso, y están por todos lados!

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