Si la cueva del Soplao fuese un templo tailandés sería el Wat Rong Khun, más conocido entre los viajeros como el Templo Blanco o el White Temple de Chiang Rai. A pesar de no haber cumplido la mayoría de edad (su construcción comenzó en 1997, ¡el complejo está inacabado!), la delicada belleza de su edificio principal lo ha catapultado con justicia a varios top ten de cosas que ver si o si en Tailandia. Este lugar de entrada gratuita que mezcla elementos budistas, de la mitología hindú y personajes de cine y televisión, para muchos es ya uno de los templos mas bonitos del país. En mi opinión, bien merece la pena el viaje.
Aunque la belleza es algo subjetivo, se mire por donde se mire la hermosura del Templo Blanco de Chiang Rai es incontestable. Su estructura demuestra que el tamaño no importa, que el diseño de Chalermchai Kositpipat es mucho más decisivo, y que tener un lago artificial a los pies haciendo de espejo es un privilegio que engrandece a la construcción más discreta.
Dos seres mitológicos con ganas de guerra custodian la pasarela que conduce a la entrada del templo principal, totalmente accesible para sillas de ruedas y carritos de bebé. El de la derecha parece decir ‘aquí hay demasiados turistas y lo sabes’, cosa cierta y, a mi juicio, la única pega de un lugar al que es mejor ir a primerísima hora del día. Si las sábanas se te pegan podrás disfruta de un momento de paz en la parte posterior del edificio, alejada unos 30 metros de la entrada principal. Aquí enconarás una zona de paz donde disfrutar de las labradas paredes sin gente haciéndose selfies con o sin palo.
El interior del templo es la única parte en la que aún se pueden observar los efectos del terremoto de 6,3 grados que sacudió Chiang Mai en mayo de 2014. En la pequeña sala un buda dorado observa la parte interior de la fachada principal, una pared toda decorada con una pintura que ahora atraviesan grietas varias bastante grandecitas. Para que el visitante pueda apreciar los detalles de este mural que ahora mismo se restaura se ha creado un cuadro-réplica de menor tamaño.
En él se puede ver un demonio en cuyos ojos hay dos hombre (¡uno es George Bush hijo!), así como un sin fin de personajes de ficción. Está Batman, Neo, Superman, Doraimon, Fredy Krueger, los Angry Brids, Michael Jackson, Jack Sparrow, Spiderman… Por haber, ¡hay hasta una zapatilla All Star! Merece la pena invertir cinco minutos en jugar a dónde está Wally frente a esta inusual obra de arte.
En el resto del complejo encontrarás otros elementos y edificios, algunos aún en construcción. Especialmente llamativo resulta el bosque metálico que se está confeccionando a base de ofrendas (lo encontrarás a mano izquierda del templo si lo miras de frente). Si quieres ayudar a crear árboles de metal puedes adquirir un corazón plateado en su tiendilla por 30 baths (0,69 euros) y escribir en él lo que quieras. Luego lo colgarás y, con el tiempo, será reubicado donde sea conveniente. Una curiosa forma de hacer una donación al templo y dejar tu huella para lo posteridad al mismo tiempo.
CÓMO LLEGAR DESDE CHINAG RAI
El Templo Blanco o White Temple no se encuentra en la misma localidad de Chiang Rai ni a una distancia caminable bajo el sol o el monzón de justicia tailandés. Está al menos a 13 kilómetros de la urbe y a él se puede llegar cómodamente en autocar. Basta con acercarse el mismo día a la dársena 8 de la estación de autobuses de Chiang Rai y subirse al cutrebus. El costo por trayecto son 20 baths (0,46 euros), se tarda aproximadamente 25 minutos, y los horarios están fijados (puedes verlos aquí).
Para volver basta con salir a la carretera principal, colocarte en dirección Chiang Rai (en el lado del templo, no hace falta cruza) y parar un cutrebús o una furgoneta roja. El precio debería ser el mismo para la vuelta, 10 baths más si tomas una songthaew (asi es como se llama a las furgonetas rojas).
CÓMO LLEGAR DESDE CHINAG MAI
Desde Chiang Mai hay excursiones diarias, muchas veces combinadas con otras visitas, con frecuencia a la Casa Negra que venden como contrapunto del Templo Blanco, pero que no es ni de lejos un templo negro. El sitio está bien, pero no me parece visita imprescindible. Por una de estas excursiones yo nunca pagaría más de 600 baths (13 euros) y eso ya me parece bastante dinero.
Puedes ir por tu cuenta al Templo Blanco desde Chiang Mai. Para ello tendrás que ir a la estación principal de autobuses de la ciudad (la que está cerca de la estación de tren) y tomar el autocar verde que va a Chiang Rai. El costo por trayecto es 144 baths (3,33 euros), dura unas cuatro horas, y el autobús es tipo Alsa, con asientos reclinables, aire acondicionado y tele (no es una tartana). Los horarios están fijados (puedes verlos aquí). Una vez allí toma el cutrebus de la dársena 8 y continúa el camino.
Viaja en mi Mochila en directo a través de Twitter, Facebook, Instagram y YOUTUBE. Si lo prefieres, suscríbete al boletín mensual y recibirás la información más relevante por e-mail una vez al mes. Todas y cada una de las opciones son válidas, gratuitas y contribuyen a que esta web pueda seguir generando contenidos. Apúntate, ¿a qué esperas?
¡Què bueno! Aplastantes motivos. Manten este espiritu es un post fantastico. Tengo que leer màs posts como este.
Saludos