48 horas en Bangkok

Minuto arriba, minuto abajo, 48 horas es el tiempo que muchos turistas pasan en Bangkok deseosos de salir pitando hacia otras zonas de Tailandia. No les culpo, si yo hubiera tenido tres semanas en lugar de tres meses para descubrir este país probablemente hubiera hecho lo mismo. Sin embargo, contra todo pronóstico la capital me ha causado una buenísima primera impresión así que en vez de darle una semana larga como tenía planeado pienso alargar mi estancia bastante más. De momento Bangkok me gusta y mucho.

Ministerio de Defensa de Tailandia (Bangkok)

Vaya por delante que mis primeras 48 horas en Bangkok han sido más sencillas de lo que quizá sean para muchos viajeros. He tenido la suerte de tener una amiga esperándome en el aeropuerto que me ha ubicado y traído hasta mi hostel y he podido tomármelo todo con calma, sin prisas por tener que ver esto y aquello porque mi minutero corriera cual Usain Bolt en Olimpiada. ¿Mi primera impresión? Me gusta la ciudad, no es ni de lejos tan asfixiante y bulliciosa como la esperaba (aunque me queda muchísimo por descubrir y mi otra referencia asiática es Nueva Delhi, un sitio que como ya escribí para mi es el infierno).

Las calles de Bangkok, tráfico incluido, distan mucho del caos indio que quedó grabado a fuego en mi memoria. Son animadas, si, pero relativamente ordenadas. Dependiendo la zona están salpicadas aquí y allá por puestecillos de comida o artilugios de todo tipo, ¡y casi todas tienen aceras! Aunque algunas sean un tanto diminutas, como es el caso de las de la zona de Wong Sawat Village donde yo me hospedo. Los coches no pitan como si el demonio se hubiese vuelto loco dentro y los rickshaws o tuk tuks, mi enemigo mortal, se ofrecen amablemente, no de forma intrusiva y agotadora.

Trafico en Bangkok (Tailandia)

Apenas noto la contaminación (tampoco la sentía en Madrid donde solo la distinguía al otear el horizonte o en la suciedad de los pies) aunque observo que muchos tailandeses llevan máscara supongo que más conscientes que yo de lo que flota en el aire. ¿Los olores? Están presentes siempre, a veces incluso me recuerdan a la India (creo que es por las especias) pero es raro que hablen de miseria y basura. A lo más de humedad y fuertes bocados, aunque también alguna vez de cosas menos agradables.

LLUVIA Y TRANSPORTE 

En Bangkok hace calor pero no tanto como hubiese imaginado (nótese que me imaginaba lo peor, temperatura freidora o algo así). Por ser estación de lluvias a ratos llueves con ganas, de momento nunca más fuerte de lo que he visto llover en Santander. Estoy disfrutando y mucho de caminar bajo la lluvia sin paraguas (cuando cae txirimiri, no cuando llora en plan aguacero). A ratos dejo el paraguas en la mochila y simplemente me dejo mojar, me refresco y pienso que ya podía hacer de vez en cuando esta temperatura en Cantabria para poder disfrutar de algo similar. Pero esto si que es una situación muy, muy personal.

The City Pillar Shrine. Bagnkok (Tailandia)

Aunque la capital de Tailandia no me parece la ciudad más sencilla del mundo para moverse, creo que me estoy desenvolviendo bien. Como estoy afincada cerca de la parada de metro de Lumphini a muchos lugares céntricos puedo ir a pie (véase que a mi me gusta andar y que soy un poco bruta para las caminatas). Si se da el caso tomo el impoluto metro con aire acondicionado (a.k.a. MRT) que me cuesta unos 20 baths (menos de 0,5 euros aproximadamente) y de la parada equis camino hacia el siguiente transporte (BTS Skytrain, barco, etc.). Hasta ahora he evitado los rickshaws y las motos y procuraré mantener esta política siempre que me sea posible, pero esto es una manía mía no una cosa que creo que tenga que ser así. Esta ciudad es inmensa, creo que s imposible verla entera caminando a no se que se disponga de un par de años.

SEGURIDAD Y GOLPE DE ESTADO

A nivel seguridad, algo muy importante para mi, debo decir que me siento muy segura. De hecho, voy tan sin miedo que a veces pienso si no estaré siendo un poco temeraria. Por ejemplo, anduve sola de la estación de metro y tren de Hua Lamphong hasta la terminal de barcos número 4, callejeando por unos sitios por los que en India no me hubiese metido ni escapando de un incendio y no pasé miedo en ningún momento (aunque en alguno pensé Cris, ¿seguro que puedes ir por aquí?). Vuelvo de noche a mi hostel a pie y todo bien, paz y orden, ninguna cosa que temer de momento.

Militar en bici rosa por Bangkok (Tailandia)

Respecto al golpe de estado, ¿qué golpe de estado? Mi primer día me encontré un militar (o un hombre vestido de militar) cruzando el Parque Lumphini en una bici rosa con cestita. ¿Os imagináis un madero cruzando El Retiro de esta guisa? La presencia policial es fuerte y hay agentes por todos lados, casi siempre hombres y hasta donde yo he visto totalmente desarmados. Si no hubiese leído las noticias no sabría lo que ha pasado aquí. Todo parece en tranquilo si bien es cierto que no puedo comparar pues no conocí Bangkok hace un mes ni hace un año.

LOS THAIS, GENTE MAJA

Desde hace más de 10 años tengo una amiga tailandesa y como ella es encantadora por extensión esperaba que cuanto menos su gente fuera maja. Dicen de este país que es tierra de sonrisas y tras 48 horas en el lo corroboro. No se si los thais llevan un gen amable instalado por defecto o si se apiadan de los guiris que se encuentran al caminar, pero en cualquier situación no solo se comportan con extremado decoro sino que ofrecen su ayuda en cuanto salta la oportunidad.

Detalle templo de Bangkok (Tailandia)

Si te ven mirando las rutas en el metro no tardan ni dos segundos en preguntarte dónde quieres ir para indicarte el andén, si te encuentran extraviado en una calle a veces hasta te acompañan a tu dirección. Aquí el occidental no resulta raro, no le observan con descaro y muchos sonríen educadamente ante un cruce de miradas. De hecho, el otro día me choqué con una señora (me la llevé por delante yendo despistada, pobre mujer) y lejos de maldecirme me pidió disculpas, ¡si la culpa era mía!

GASTRONOMÍA Y OTROS VICIOS

La fama de la cocina Tailandesa es mundial. Más aún, es una de las cosas en la que coinciden todas las personas a las que he preguntado qué te parece lo mejor del país (todos dicen en algún punto de la conversación que la comida). Todo lo que he comido está delicioso (aunque aún no he tenido demasiado tiempo de probar). Desde los pad Thais –el otro día me zampé uno con soja, pollo y tofu, ¡qué cosa más buena! – hasta el mango sticky rice, un postre delicioso que no te puedes marchar sin probar. El agua siempre de botella y no hay problema en tomar cosas con hielo, o al menos de momento yo no lo he tenido. El estómago sigue en su sitio, deseando que llegue una nueva hora de almorzar.

Pad Thai. Bangkok (Tailandia)

Pero en el apartado de vicios por llamarlo de alguna forma, reservo un espacio para correr por el Parque Lumphini, algo que hago a diario a poder ser a primera hora para evitarme un poco el calor (aunque ya desde primera hora hace calor, aquí se vive en un bochorno constante). Otros runners, caminantes, gente haciendo ejercicios nacional y de otras partes del globo es lo que encuentro en el considerado principal pulmón verde de la ciudad que, pese a estar rodeado de carreteras de cinco carriles y en mitad de la urbe, resulta bastante tranquilo. Tiene estanques, motivos y templetes orientales, y un montón de fauna. Hasta vi un reptil revolviéndose en el agua (al principio pensé que era un cocodrilo pequeñito, luego que quizá sería una especie de lagarto acuático o algo así, quién sabe). Me encanta este lugar aunque entiendo que muchos se lo salten en una visita de 48 horas, cosa que seguramente yo también haría en su lugar.

Soy consciente de que 48 horas no es tiempo suficiente ni para conocer ni para juzgar un lugar, pero Bangkok de momento lejos de defraudarme me tiene encantada. Desde luego que no es el sitio más hermoso del mundo, pero creo que promete en mucos otros aspectos. Si tienes oportunidad y tiempo para bebértela a sorbitos, dale más de dos días a esta ciudad. Intuyo que tiene mucho que ofrecer para quien sepa apreciarlo.

Detalle templo Bangkok. Bangkok (Tailandia)

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