Mi aventura mexicana ha sido una experiencia llena de lugares, personas y detalles que no se muy bien por dónde empezar a contar. ¡Son tantas las cosas que podría decir de México! Las imágenes que fui publicando durante mi viaje en Instagram resumen en buena medida mi paso por este basto y colorido país pero son tantas que voy a tener que publicarlas en dos partes. Señores y señoras, he aquí la primera.
Ver una ciudad desde las alturas siempre mola. Si además tienes la oportunidad de hacerlo al atardecer y desde un punto estratégico (véase, uno que realmente te permita una buena vista) ya ni te cuento. Si estás en la bohemia Guanajuato toma el funicular para subir hasta el Pipila. La imagen protagonizada por la amarilla Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato bien merece la escalada.
En las calles de San Miguel de Allende, en el estado de Guanjuato, confluyen los embrujos de lo tradicional, lo colonial y lo cotidiano. Es esta una localidad tranquila, sede de muchos artistas que han decidido ubicar aquí su obra, su taller o su galería (según mis informaciones, la ciudad cuenta con más de cien galerías de arte). Se me antoja un lugar perfecto para acercarse a lo mexicano sin tener que sufrir el estrés de una gran urbe o de otros lugares ya turísticamente explotados.
Con independencia del estado mexicano en el que te encuentres hay algo que en este país siempre es un placer: comer. Su gastronomía ofrece mucho más que nachos y burritos que, en realidad, son más bien invento yanqui. Prueba los chilaquiles, los panuchos, las enchiladas, los molletes, las tortas, los molotes, los tamales, las enmoladas… Eternamente podría estar nombrando platillos deliciosos que no tienen por qué ser necesariamente picantes.
La mala noticia es que la oferta es tan extensa y varía tanto de una región a otra que a veces es difícil saber qué estás pidiendo. La buena que, como todo está tan bueno, este no saber qué estás ordenando no supone problema alguno. ¡Casi seguro que está super rico! En la imagen la encantadora regente del Nostalgia, en la localidad de Xalapa, prepara nuestro desayuno.
En el estado de Veracruz uno puede encontrar Pueblos Mágicos como Naolinco, una bonita localidad donde no es difícil cruzarse un burro por la calle utilizado como medio de transporte de personas o mercancías. Piérdete entre sus modestos edificios, curiosea sus talleres artesanos y aprovecha para conocer un poco más de su cultura. La explicación de su fiesta de Moros y Cristianos seguro no te deja indiferente.
Pero no sólo de edificios vive el hombre o la mujer. México cuenta con unos espacios naturales que dejan con la boca abierta. No siempre es fácil acceder a ellos pero cuando uno lo consigue mamma mia! Sirva de ejemplo la zona donde se ubica la Cascada de La Monja, cerca del también Pueblo Mágico de Xico, en el estado de Veracruz, que en su momento sirvió de escenario a películas como Peligro Inminente.
Cuenta la leyenda que en este lugar, conocido como Arcotete por los habitantes de Chiapas, hace más de 300 años se colgó un francés enamorado de una indígena que no tuvo suerte en el amor (la chica en cuestión terminó casada con otro). Historias a parte, este sitio es parada obligada si uno hace un trekking en esta zona que finalice en la Cueva del Mamut, una de las tantas rutas que pueden hacerse por la región.
Si, si, mucho hablar de naturaleza pero, ¿qué pasa con la fauna? Pues hay mucha, muy varaidas y, sobre todo, muy sorprendente para ojos del extranjero, especialmente si viene de otro continente. Durante una ruta por Chiapas nos encontramos este mapache tan majo (vale, está encerrado y es horrible, ¡pero mirad que ojitos tiene!) así como un sin fin de insectos, algunos de ellos casi fluorescentes.
Aunque la capital de Chiapas es Tuxtla Gutiérrez probablemente su ciudad más conocida es San Cristóbal de las Casas, un enclave de más de 180.000 habitantes que está, cómo decirlo, de moda entre comunidades moderno-alternativas. Es una especie de Rishikesh a la mexicana, un lugar muy orientado al buen trato de un turista que se siente muy cómodo paseando por allí porque casi todo está pensado para él, lo que tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, como todo.
Cuando yo la visité (septiembre de 2013) celebraba las Fiestas de la Merced y la música de verbenas y otros casual se confundía con las voces de unos y de otros, aquí y allá. A pesar de ser un poco parque temático para guris y de la cantidad de vendedores ambulantes (mujeres y niños en su mayoría) que salen a la caza del visitante (no tendrán problema en echarte una lagrimita para que les compres) es un lugar que creo merece la pena visitar así como un excelente campo base para conocer la región. Si hasta él te acercas no olvides hacer una excursión a la Iglesia indígena de San Juan Chamula, a 20 minutos en coche. No te cuento nada más, tienes que verlo porque de seguro nunca entraste a un templo igual.
Muchos son los yacimientos arqueológicos del sur de México. Los hay hiperfamosos, como es el caso de Chichén Itza; los hay conocidos pero de difícil acceso, como puede ser Palenque; y los hay muy discretos. En esta última clasificación queda Calakmul, ubicado en el estado de Campeche. Sus ruinas devoradas por la imnensa selva son escalables para el visitante (cosa que no defiendo pero, a día de hoy, es lo que hay). Tras una extensa visita salí convencida de que Calakmul está llamado a ser un gran foco de atracción turística. ¿Consejo? Procura visitarlo antes de que esto ocurra.
Si algo he echado de menos en México ha sido pintadas. No horrendas y sin sentido (en plan por aquí pasó Pepín o Mengano for president), sino artísticas y con mensaje, o no. Manifestaciones más o menos espontáneas, de la calle, de la gente. Esta pared me la encontré en el interior de Casa Vieja, el restaurante de Campeche en cuya terraza Antonio Banderas y Angelina Jolie rodaron algunas escenas de Pecado Original. Un localito muy curioso en el que, entre otras cosas, tienen un ángel con sombrero mexicano. Digno de ver. Y sí, aquí también se come muy bien. Si se da el caso encarga cualquier cosa con pitahaya, una fruta típica de la zona.
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Gracias por tu punto de vista tan objetivo y natural sobre Mexico, fue un placer compartir contigo este viaje y descubrirte lugares tan “secretos” que tiene Mexico aun por visitar por la mayoria de los turistas.
Como tu nos dices, Calakmul será pronto una referencia a nivel mundial y conviene visitarla antes.
Gracias a ti Carlos por darme la oportunidad de acceder a todos esos lugares de los que nunca había oído hablar. La verdad es que México es mucho más que Cancún (que no digo que no sea fantástico) y creo que ha llegado la hora de que la gente lo sepa. Hay vida más allá del Caribe aunque, para que engañarnos, ¡el Caribe me encantó!